lunes, 20 de febrero de 2012

-No puedo estar sin ti.
+Me encanta que pienses eso, pero no me engañes. Lo pasas bien los sábados y yo no estoy contigo.
-Pero porque se que te volveré a ver los lunes.
+Tampoco te engañes a ti mismo. No necesitas que te sonría cada día, ni que te ayude a levantarte. Eres fuerte, te conozco, puedes con todo. No necesitas que te cuente lo que pienso, ni me necesitas para hablar con alguien de lo que te preocupa. No vas a caerte por tener un par de secretos. No me necesitas, no me has necesitado nunca ni me necesitarás. Siempre tendrás a alguien que me sustituya.
-Vale, tienes razón. No necesito que me sonrías, pero sin eso me sería más difícil sonreír, y más difícil levantarme sin ti. Puedo con todo, pero me pesa si no es contigo. No necesito que me cuentes las cosas, pero me gusta. Hay más gente con la que hablar, pero ninguno tiene tu manera y tu forma de decir cada cosa en cada momento. Te equivocas, nadie te sustituirá, nadie ocupará tu lugar. Las habrá mejores y peores, pero ninguna como tú. De acuerdo, no te necesito, pero te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario